Recorriendo ese gran universo de información denominado Internet, nos encontramos en forma indudable con una infinidad de noticias del mundo que nos hacen pensar de alguna manera en esa idea que Nilo Batista(1) nos menciona como “credo” de la criminología.
Batista nos dice que en toda sociedad existe una ecuación penal en el credo de la criminología, y es en la propia idea de pena. Esto se traduce en la idea de entender a la pena como la gran solución de todos los conflictos. Y en este sentido encontramos a los medios de comunicación.
Medios que día a día dejan de lado el arte de informar, por intentar persuadir e introducir en las mentes de la sociedad ideas que se apartan del fundamento legitimante de la pena.
Qué sentido tiene para todos los estudiosos de la criminología el haber intentado encontrar a lo largo de los años una explicación coherente a la pena entendida como castigo. Qué importa los años y años en los que se desarrollaron teorías por doquier que estudiaron a fondo no sólo al delincuente sino también al delito, desde los retribucionistas hasta aquellos que bogaban por una teoría preventivista .
Hoy sin ir más lejos, cualquier día podemos encender el televisor y escuchar a un periodista de “investigación” hablar sobre dolo eventual o culpa con representación como si fuera el más ilustre de los penalistas dogmáticos del momento, o también llevar su discurso a tratar de estudiar el comportamiento tenido por el “presunto”(2) que se dice ha cometido el delito haciendo un análisis exhaustivo referido a el delito en todas sus formas.
Es así que podemos estar de acuerdo en el hecho de que tales medios exceden la mera función comunicativa, tratando de imponer una ideología propia en una sociedad que en su gran mayoría se presenta como débil ideológicamente, respecto de la legitimación del sistema penal entendiéndolo como única arma con que se cuenta para combatir el delito “...–si hubo delito, tiene que haber una pena-...”.
Tomemos como elemento de análisis la ciencia matemática de la estadística, aquella que fue entendida a mediados del siglo XIX, en lo que hace al estudio criminológico, como un elemento indispensable para predecir comportamientos futuros a través del análisis de los datos recolectados de la realidad que hacían interpretar la regularidad de ciertos comportamientos delincuenciales, y de esa manera prever los flujos de criminalidad .
Ahora bien, de acuerdo a lo hasta aquí, sintéticamente, mencionado, tomemos como parámetro al vocablo “inseguridad”, palabra que hoy en día ha llevado a ser una constante dentro de nuestra sociedad. De las diferentes consultas hechas a los Diarios de mayor difusión en el país, si se quiere “La Nación” y “Clarín” respecto de la palabra “inseguridad”, a través de internet se ve reflejado que entre el período que abarca el 28/10/2008 a 28/10/2009, fueron publicadas una cantidad de 1463 y 903 notas periodísticas, respectivamente, en relación a temas de la inseguridad en la sociedad.
Pero por ahí lo más llamativo de aquello que reflejan estos números es que en el período comprendido entre el 28/09/2009 a 28/10/2009, podemos llegar a establecer que se publican un promedio de tres y dos notas referidas a cuestiones de inseguridad por día, ya que los números que reflejan estas entidades periodísticas es de 95 notas el diario La Nación y 56 notas el diario Clarín, respectivamente.
De este pequeño estudio estadístico(3) cabe preguntarse si nos hallamos frente al hecho de que los medios de comunicación intentan demostrar de manera contundente diferentes falencias en todo el aparato estatal, entendido éste como el conjunto “armónico”(4) de los tres poderes del Estado (Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial), o si nos encontramos ante la influencia de dichas agencias de comunicación social que no pretenden otra cosa que establecer parámetros de criminalidad ante la sociedad creando, tal como se describiera en los distintos pensamientos de fines del siglo XIX y principios del XX, los denominados estereotipos de delincuentes y el consecuente disgusto del pensamiento colectivo que llega a la creencia de que la única justicia que vale es la propia. Es decir, imponiendo un discurso más que peligroso e influyente sobre la misma.
Sin ir más lejos, si analizamos el hecho ocurrido el día 16 de abril de 2009 donde vecinos de la localidad de Valentín Alsina agredieron a un fiscal que se hizo presente en el lugar donde se había cometido el homicidio de Daniel Capristo, este hecho fue recogido por los medios de comunicación como un factor detonante, donde se habla de pérdida de confianza por parte de la sociedad en el Estado, se habla de injusticia, hasta se llegan a colocar testimonios de las víctimas propugnando por la pena de muerte. Y sumado a ello, testimonios de personas de los diferentes poderes del Estado que tratan, a mi juicio, de tirar la pelota hacia otro lado con tal de conformar a la sociedad.
Por lo dicho, se puede llegar a afirmar que no podemos desconocer que el poder criminalizante en ocasiones es establecido por estos medios de comunicación que influyen de manera palpable sobre el sistema penal de hoy en día, cambiando por momentos su estricta función de informar por aquella función política de investigar que corresponder al Estado.
(1) Nilo BATISTA “Medios de Comunicación y sistema penal en el capitalismo tardío”
(2) Este carácter presuntivo en toda investigación penal hasta que exista resolución firme que lo coloque en otra situación, muy pocas veces es escuchado por los medios ya que la mayoría de las veces dejan de lado la existencia de todo el andamiaje procesal al igual que las garantías de todo imputado de un delito.
(3) Sin intentar dejar de lado la realidad que actualmente se vive en la Argentina en temas de inseguridad, ya que no hacen falta los medios de comunicación para darnos cuenta de ello.
(4) En Estado de Derecho ideal ya que en la actualidad en nuestro país se dista bastante de tal contexto armónico.
3 comentarios:
evaluación de la realidad social exacta. respecto del tema de la "inseguridad" hay varios puntos de discusión, pero uno de los más importantes fue relevado por Roberto Bergalli cuando, en una conferencia en Argentina, pusó en palabras muy claras el error del discurso de reclamo de seguridad: no se debe trabajar en pos de un derecho a la seguridad (porque este no existe), sino que se debe efectivizar la seguridad de los derechos.
Excelentes palabras. El tema de la inseguridad es un tema más que delicado. Lo que se me ocurre de repente es que se lo podría empezar a analizar desde lo colectivo más que de lo individual. Esto quiere decir analizar la forma en que están desarrollando la tarea que le es propia a cada una de las agencias del Estado. Trataer de que establecer una transparencia en el accionar (es mucho pedir, no?) de cada una de ellas.
Cuestiones de corrupción, impunidad, amiguismo y qué se yo cuántas palabras más con la misma orientación final, deben ser erradicadas de inmediato, comenzando a entender cómo deben de realizar sus funciones.
Ahora, si lo que creemos conveniente es ver y evaluar cada caso en forma individual, estamos medio complicados, porque todos van a creer que la solución es una sola: pena de muerte a los delincuentes, no quieren ver nada de derechos humanos, nada de garantías, nada de limitaciones al Estado, justicia por mano propia.
Y el concepto que llevan estas palabras a cualquiera le debería dar piel de gallina, pero por otro lado también aquel que ha sufrido de la inseguridad, podría decir: - a vos porque nunca te pasó. - cuando te toque qué vas a pensar?.
Por eso y ante una respuesta imposible a estas cuestionamientos, comencemos por analizar la actuación de las distintas agencias del Estado como para dar un inicio a todo esto que día a día va consumiendo más y más a la sociedad.
Saludos
PD: Gracias Joaquín. Un grande y ferviente seguidor de este humilde blog.
es interesante analizar como algunos discursos criminológicos del pasado resurgen en algunos discursos sociales (colectivos) modernos. La "mano dura" no es más que pedido de la vieja "seguridad nacional" (y la más antigua defensa social) y la pena de muerte no tiene otro fundamento que la prevención especial negativa, del positivismo criminológico italiano (o, mejor llamarlo por lo que es, racismo biológico).
Sin embargo, algunas teorías nunca fueron aprehendidas por los discursos colectivos y, así, la "asociación diferencial", que trata de explicar los delitos de guantes blancos nunca tuvo mayor importancia fuera del discurso jurídico penal. hasta hoy, muchas personas siguen creyendo que sólo los pobres cometen delitos y que los únicos delitos que existen son los criminalizados y, no cabe duda al respecto, es alimentado en mucho por los medios de comunicación.
Si, por suerte, algún delito de guante blanco llega a las noticias (diría que uno, o como máximo, dos por año) la cobertura periódistica se vuelve abstracta (y digo abstracta porque no quiero decir "nefasta") y nunca se termina de entender bien que es lo que se quiere transmitir.
Es que en algún punto los medios masivos de comunicación se volvieron un negocio y le periodismo dejo de lado su estandarte de transmisión de información al pueblo, para un mejor control de los actos de gobierno.
Publicar un comentario