domingo, 4 de octubre de 2009

Un adios que se hace escuchar

Esta entrada está dedicada a mi mujer Mechy
por las lágrimas caídas en la mañana
de este triste domingo...







"Solo le pido a Dios...
que el dolor no me sea indiferente,

que la reseca muerte no me encuentre,
vacía y sola sin haber hecho lo suficiente..."

Un deseo ampliamente cumplido...

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